


La almeja blanca gallega, reina de los mariscos, con su carne fina y blanca, sabor delicado y textura suprema.
La almeja blanca de las Rías Gallegas se diferencia de otras variedades por la excepcional ternura de su carne. Se recogen de octubre a febrero, cuando tienen la textura y el tamaño perfectos para disfrutarlas.
Las nuestras, de calibre 14, vienen de las lonjas de Carril y de Aguiño. Se desconchan una a una tras desarenarlas y se envasan manualmente con agua de mar y un toque de limón.
